jueves, 23 de abril de 2009

Invitación al Recital de Poesía "DE AQUÍ NO SE VA NADIE". Cumplimos 10 años


EL TALLER DE POESIA GRUPO CERO EN ALCALÁ DE HENARES
TIENE EL GUSTO DE INVITAROS AL RECITAL POÉTICO
"DE AQUÍ NO SE VA NADIE"
CUMPLIMOS DIEZ AÑOS
Y LO CELEBRAMOS CON UNA FIESTA Y VUESTRA COMPAÑIA
OS ESPERAMOS

domingo, 19 de abril de 2009

Hoja de Vida - NÚMERO 9 - Revista Virtual de Poesía.

“Tupacamarú”. Miguel Oscar Menassa


Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA
-Revista virtual de poesía-
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 9. Domingo 19-04-2009
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso





"El jugo de los vegetales". Miguel Menassa


LAS LLAVES DE MI CASA

Hay un resplandor azul que filtra por la cerradura,
los ojos que agudizan la mirada precisa.
Mi cuerpo girando en las bisagras de la puerta,
yo y mi resplandor azul.
El azul y la mirada profunda.
Yo sola y las puertas de par en par
esperando mí regreso.
Yo y la condena a tener ventanas.
Las ventanas con sus cortinas de cretona.
Y yo otra vez balbuceando palabras con su resplandor.
¿Y yo?
Qué haré con la risa de tener las llaves de mi casa,
con la fortuna de mirarme a través de la cerradura,
con la danza sobre el hierro,
marcando a fuego cada esquina de la fragua.
La piel contenida se expande de repente
y mil poros en conexión sienten el aleteo del misterio de la vida.
Mientras miro el envés de la llave
que abre y cierra el portón de mi casa.
Toca, toca deprisa el aldabón de mi corazón,
ocupa mi espalda.
Toca con manos de nácar el vértigo incontenible
que sostiene el tacto dentro de mí.
Fraccióname dentro de tus labios,
no me dejes en la deriva de este cuero,
que no abarca mí deseo.
Mi presente y yo, esos desconocidos,
que atruenan en el filo de tantas muertes.
Yo y mi futuro, fuente de tantas vidas.

Carmen Ortigosa Martín



"Tareas peligrosas". Miguel Menassa


FOTOGRAFÍAS

Se cierra la puerta de las revueltas en heridas
de miedo, con vestidos violetas prendidos
de medio-día.
Las visitas tocan a muerto
en el filo de las cosas ciertas.
Contemplo el esplendor dividido
en el fuego impreciso y confundido.
Ha caído el silencio
haciendo sonar la voz en el ritmo
de las horas.
La angustia se derrama imprecisa
en rojo amanecer
escuchando voces de tiempo sin límite.
Secretos convocando al baile de los sentidos,
y el horizonte,
enigma de memoria
escribiéndose en el viento.

Soledad Caballero Castro



"La fuente invisible". Miguel Menassa


MEMORIA

Noches de luna oscura
ocultan cadáveres en las cunetas.
Barcas ociosas,
que el estío espera,
entre corrientes de juncos teñidos de rojo.
Muros que ahora respiran silencio y quietud,
todavía guardan el aroma de la pólvora.
Tan solo un mirlo estremece el aire con su canto.
La conciencia de los hombres huye,
almas que lloran al poeta asesinado,
y la patria, adoctrinada en hecatombes,
madrastra avariciosa,
exige la sangre, el sudor, el semen de sus hijos.
Un halo de sombra encierra el día,
un cura que pierde la fe,
un político que cree en el demonio,
unos hombres temblorosos, mojigatos,
empuñan sus armas,
tributarias del odio,
asesinan al poeta en vida.
Lo miran a los ojos
y una fría escarcha recorre sus espaldas,
una soledad herida penetra en su sangre,
un pavor convulso rechina entre sus dientes,
y el poeta les dice:
“Ahí os dejo mis versos
sombra del amor que en mí existe,
goce de risas verdes,
fácil resulta la muerte,
para vivir, se necesita valor,
algún día miren donde miren los ojos,
sólo encontraran,
la memoria de la muerte”.

Vicente Prada Gómez


"El don del amor". Miguel Menassa

EL POEMA

Diría, desprendida de su piel,
que amó la luz, el resplandor,
los besos, su andar perdido…
Diría sur, las manos libres
y los ojos pintados al azar
como los naipes de la baraja
sobre la mesa, abiertos,
en sus labios de sueño
suspirando, esperando…
Diría que era su piel
una rosa desprendida
de verso blanco.
Diría verbo, verso, cielo, voz…
Diría vuelo, infancias, olvido,
amigos muertos y algún que otro vals.
Diría Tierra, hallazgo fugaz,
dicha perdida..
Diría, desprendida de su piel,
mucho antes de que la derrota se fuera,
que se puso una canción en la boca
y desde el vértice rojo, infiel y descuidado
escribió un poema
en la voz,
sin sorprenderse.
Entregado al cuerpo, a la pasión…
Mis manos, diría…eso diría…

Mónica López Bordón

Hoja de Vida - NÚMERO 8 - Revista virtual de Poesía.

“Tupacamarú”. Miguel Oscar Menassa

Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA
-Revista virtual de poesía-
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 8. Domingo 5-04-2009
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso

"Cuando estábamos con gente". Miguel Oscar Menassa

SUEÑOS EN EL FONDO DEL OCÉANO

A veces, el océano pasa rozando las habitaciones
como un mendigo de terrible voz,
y hasta mis uñas quieren huir.
Enrique Molin
a

Otra vez sentí el dogal sobre mi cuello más allá del tiempo.
Mientras el cuerpo del esqueleto rígido en el comienzo,
desdobla músculos y tendones,
y con dedos descarnados
señala la próxima salida.
Me envuelvo en el tiempo de espera densa.
El amor se diluye en el hervidero de la sangre,
la muerte pasa veloz sin rozarme,
pero me advierte ¡Aún es pronto, volveré a buscarte!
Con la piel que palpita atisbando el horizonte,
la grandeza humana empequeñece la ira,
volando hacia el paraíso
mientras cierra la herida.
Después de la cansada inmovilidad,
derrama la luz el calor necesario,
para sentir el gozo, sangre o latido.
Carmen Ortigosa Martín

"Atardecer en el Retiro". Miguel Menassa

MIENTRAS QUIERO TOCARTE

Deshabitada de piel,
mis manos se enredan
entre tu cuerpo,
naciendo entre la angustia
a un huracán de confusas amarguras
vacías de mirada,
con el sabor de las estrellas
convertido en recuerdo desprendido de una lágrima
prolongada hasta un sueño,
desnudo de soledad.
La muerte,
se tiende a mis pies
mientras se burla del miedo a la vida,
de las huellas de viejos inquilinos,
del diluido viaje
entre las islas deshabitadas de alma.
El viento mueve la distancia
en el borde inasible de la noche
abandonando cuerpos sonámbulos
en el margen que habita la tierra atravesada
Soledad Caballero Castro

"El mercader de Venecia". Miguel Menassa

EL PINTOR DE MIS SUEÑOS

Es mi vida y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que
las lleva.
Luis Cernuda.

Veía sentado en la acera
con un cierto ademán de olvido,
la intensidad siempre azul de aquel cielo.
Veía los semblantes,
las caídas de las hojas,
el rugido de los motores,
atrapando el asfalto,
los hombres caminando hacia el trabajo,
las mujeres cuidando sus retoños.
Veía aquellos muros infranqueables,
los reinos por conquistar,
aquellas adolescentes de pechos turgentes.
Veía mi juventud ganada y perdida,
dédalo de amores,
mi cuerpo,
acompañado de extrañas horas,
distante de la verdad.
En ese paisaje de extrañas sombras y anónimos
colores,
mis manos solas,
iban pintando un mundo satisfecho,
un cuerpo que no era el mío,
una vida sin dueño,
y mis manos pintaban y pintaban
brazos de cerca y de lejos,
hojas que rozaban mejillas
como caricias que besan una frente juvenil.
Aquel paisaje de sueños
me hería, me besaba,
brazos descoloridos,
ramas luminosas
entrelazándose estrechamente
como hacen los amantes.
Trazé la muerte de esa mirada
y pinté cuantas vidas se hallan en un acento.
Arrebatados ojos brillaban como diamantes,
el sol se desmayaba entre cristales,
la noche era mi venganza
y mi cuerpo una risa burlona.
Un sueño, un grito, acaso un eco.
Vicente Prada Gómez

"Amor sin fronteras (El Amanecer)". Miguel Menassa

PATRIA EN FLOR
Aquel hombre quería hacer una revolución.
Llenó las palabras de misterio,
de acentos circunflejos colocados singularmente
en los labios descosidos de su boca abierta,
dividida, desterrada de su patria en flor.
Estaba apunto de comenzar a envejecer.
Su silueta la dibujaba en sepia
como si fuera un cuadrado redondo
o un triángulo en trapecio.
Siempre le había gustado ser una forma,
una forma disyuntiva, disgregada
y dividida de la luna.
Aquel hombre era feliz y caminaba
con todas sus sílabas bajo el brazo
como si llevara un libro de adivinanzas
escrito en griego.
De la revolución se quedó con el perfil de la muerte
y con el alma abreviada en tres letras de amor.
Mónica López Bordón