domingo, 15 de mayo de 2011

HOJA DE VIDA Nº 46




HOJA DE VIDA Número 46 - Revista virtual de Poesía-











Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA - Revista virtual de poesía -
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 46- Domingo 8-05-2011
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso













POETA INVITADO-ALMAFUERTE


HIJOS Y PADRES
(A mi hermana Carmen)
Como la lluvia copiosa sobre el suelo,
como rayo de sol sobre la planta,
como cota de acero sobre el pecho,
como noble palabra sobre el alma,
para los hijos
de tus entrañas
debe ser tu cariño hermana mía
riego, calor, consolación y gracia.

Como tierra sedienta de rocío,
como planta en la sombra sepultada,
como pecho desnudo en el peligro,
como guerrero inerme en la batalla,
así, en la ardiente
contienda humana,
¡ay! los hijos que pierden a sus padres,
pierden riego, calor, escudo y lanza.

Como nube de arena que no riega,
como sol que no alumbra en la borrasca,
como roto espaldar que no defiende,
como consejo que pervierte y mancha,
así, malditos,
padres sin alma,
son aquellos que niegan a sus hijos
consejo, amor, ejemplo y esperanza.

Como fecunda tierra agradecida,
como planta que al sol sus flores alza,
como pecho confiado tras la cota,
como hasta Dios se magnifica el alma,
así, los hijos,
cuando les aman,
dan plantas de virtud como esa tierra,
frutos de bendición como esas plantas,
arranques de valor como esos pechos,
rayos de inmensa luz como esas almas.
ALMAFUERTE











POEMAS DEL TALLER


INCIERTO EQUILIBRIO


Una espiral de extraños hechizos,
arranca de mi pecho
palabras baldías,
que un día,
fueron voraces huellas de lo desconocido.

Fábulas del adiós invaden la rutina,
saboreando el desnudo de los pájaros
bajo el diluvio de los indómitos errores
adornando mi sonrisa.

Se consume el vuelo en la sedienta noche
tambaleándose en caderas
con nombre de mujer
fugaces pisadas
con la soledad atada en los talones.

Soledad Caballero Castro


MUJER CONTRA MUJER
A Lourdes Caballero

Realizamos la travesía entre osarios de almas en rincones fríos,

dejamos a la intemperie la primavera de nuestros deseos,
cuando ahelan besos y flores de brillantes colores,
hasta nacer en un murmullo de horas.

Arremetí contra un muro de palabras inconclusas,
desbaratando en arena el ruido que no dice nada,
hiriendo a la mujer que te habita.

¿A quién le importa cuando callas y lloras estertores vencidos?
¿A quién le importa cuando clamo al viento en los latidos de la tarde?

Encontré tu mirada pálida escondida en el centro de un poema.
Después sonoros labios estremecidos tapizaron la hora del encuentro,
firmaron el retorno.

¿Quién escribe sobre el rubor de tus mejillas
la ley de esta dualidad que nos habita como centinelas en acecho?

¡Decir todos! que un raudal de emociones atropelladas,
son palabras en medio del fragor de la batalla,
cuando mujeres bellas destilan el tiempo.
Carmen Ortigosa Martín

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