martes, 29 de diciembre de 2009

HOJA DE VIDA Número 27 - Revista virtual de Poesía -

“Tupacamarú”. Miguel O.Menassa


Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA - Revista virtual de poesía -
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 27. Domingo 20-12-2009
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso




"El mar verde". Miguel O. Menassa


QUIERE Y NO QUIERE SU COLOR MI PECHO


Un sueño grabado en un anillo,
un puñal atravesando la espina dorsal del Universo,
una fatiga recorriendo un beso en una agonía ardiente,
Dios curvado por las aguas encorvadas
de un lúgubre tambor.

Un trovador tocando una mística canción,
una cuchara que porta la amarga esencia humana,
un verso gris que murió lleno de voces,
el matiz de un ámbar otoñal sobre la vetusta aldea.

Es el cristal de unas pupilas negras
que duerme sobre el rojo semblante
de aquella flor abierta, palpitante, trémula.

Ascuas de un placer abrasador,
cuyo color,
quiere y no quiere mi pecho.


VICENTE PRADA GÓMEZ


"Espejo rasgado". Miguel O. Menassa

EN BUSCA DE LA VIDA




Buscando la vida

has paseado por tu cuerpo

como un huracán.
Dejaste el escalofríode aquella madrugada remota

que todavía, no he podido olvidar.
La bruma consumió el corazón

que caía como una alondra

sin rumbo fijo, devorada por la tierra,

vagando en los trozos de tu piel

como si fuera el amor,

el amor solo de tu amor.
Tuve sedienta la boca.
Viendo volver tu ausencia

recogí mis cosas

con el verbo invadido

por tantas tormentas.
Decidí vivir la vida intensamente

y me olvidé del centro de tu alma…


MÓNICA LÓPEZ BORDÓN



"Entredicho". Miguel O. Menassa


QUIERE Y NO QUIERE SU COLOR MI PECHO


Crujen los huesos,
entre los colores impregnados con el aroma
de las raíces que aún palpitan
con el tibio sollozo del horizonte quebrado.

La penumbra es apenas una voz de preciso eco,
que herida de calendario opaco,
penetra en el camino de la muerte,
voluptuosa,
tendida en la brisa de una mirada imprecisa,
latiendo en la garganta del canto azul,
precipitándose en cada paso.

Reposa el alma en las horas arrebatadas al Otoño.

La palabra imprecisa de memoria
se rinde en la tormenta del porvenir,
dejándose llevar por un vértigo de lágrimas
que trémulas,
cautivan la angustia en la tarde roja.


SOLEDAD CABALLERO CASTRO


"Un paso más". Miguel O. Menassa

LA FUERZA PRUDENTE



Para Mª José Vaquero

Tejiendo verbos

enlazados en simientes,

hacemos de miel y trueno,

lluvia que cuelga de los árboles,

caderas matemáticas y odres de piel.
Sueños de terrones de azúcar

madrugando albores,

marcando la pequeñez del hombre

que se mira en la dorada mies,

mientras el aire se extiende sobre los campos,

meciendo la cabellera lánguida.
Perdona si no te atuso el cabello,

empeñé las manos en sustituir estrellas.
Perdona si me detengo en tu aliento

cuando pronuncio las cálidas estelas de tu nombre,

pero hoy el miedo ha arrancado las ventanas

y el sudor cuelga de la fachada de la casa,

como un mugriento estallido.
Mientras, el aire que circula entre puertas y garrones

ha dejado pasar el ciclón, sin mover los muebles de la casa.
Pasos en la estepa, huellas de zapatos de bailar,

andar circular con el sonido del viento,

como una ráfaga honda y precisa.


CARMEN ORTIGOSA MARTÍN


"Rumores". Miguel O. Menassa


VIVIRÉ EN TU NOMBRE COMO EL RÍOCON CIELOS DENTRO INVERSOS

a mi padre

el futuro enseña
al convertirse en pasado
¡todas las semanas del año!
que nada ocurre
como está previsto
¡el azar sin sorpresa!
¡el colmo!
vuelvo sobre mis pasos
nunca fuiste un amor
sin espinas
la tierra ya huele a tierra
¡ah!
aquella pasmosa facultad
de divertirse seriamente
¿y quién eres tú ahora
triste sombra?
no es ya un hombre
el que habla
es el miedo
en aquel hombre
no pesan nada ya
esos huesos
llenos de viento
blancos como falsos ángeles
llevo ya luto por ti
un luto doloroso
a veces
pero
¿cómo decirlo?
es como mencionar la soga
en casa del ahorcado
mi risa puedes acallarla
con una mirada
se rompe tan fácil contra
el siguiente cristal
mis lágrimas NO
PIOTR RZANY

martes, 15 de diciembre de 2009

HOJA DE VIDA Número 26 - Revista virtual de Poesía -


“Tupacamarú”. Miguel O.Menassa
Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA - Revista virtual de poesía -
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 26. Domingo 13-12-2009
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso


"Cuello de cisne”. Miguel O. Menassa

LA MIRADA DEL CONDENADO

He visto los ojos sorprendidos,
cuando cruzan silenciosos
sobre cuerpos estáticos.
Extinguidas las lágrimas,
recuerdo que no había rastro de pena,
solo alguna estela débil
del perfume a jazmín del anochecer.
Y después su larga despedida
enredada en manos muertas,
letal beso de labios de cristal.
Una lejana huella sobre el pedernal del camino
en una tierra que el polvo sumió en su destino.
Nadie sintió el rumor de los besos
ni el amor en la retina bacía.
Lento destierro entre tinieblas dormidas,
de los que nunca volvieron.

Carmen Ortigosa Martín


“Guarida del amor”. Miguel O. Menassa

LA MITAD DE SU SOLDADO
Tiene media sonrisa,
media aguja del reloj,
medio amanecer,
medio lado de Dios
y un rostro tan lejano…
Con su pupila desnuda
consume todos los fantasmas
de su rostro,
se ata los zapatos
y se aprieta el corazón
en mitad de la batalla.
Vuelve para hablar
sin contemplaciones
del horror de la muerte,
del horror de la guerra,
esa bestia que no tiene mitad.
Suma en la noche
con sus ojos derramados
cinco puntos cardinales.
Esta vez, sabe,
que no quiere morir.

Mónica López Bordón

“Entreacto”. Miguel O Menassa

DEMASIADO PEQUEÑA PARA CONTENER SUS CADÁVERES

¿Dónde estás cuando esas noches de verde claro,
de mediodías distantes,
de voces que alentan el tiempo,
de derrumbe de precipitadas nieblas,
escucho dulces melodías,
mecidas en cumbres de pájaros, cielos, mares?.
Hace tiempo que amarilis, glicinas y magnolias
acompañan y mantienen vivo mi corazón
en mi pequeño jardín de destierro.
Por las angostas calles de la palabra,
el rostro de la paz,
había sellado su canto,
había vestido de luto su blancura.
Sí amigo,
la muerte a veces retrocede,
y sus yertos tajos,
dan paso a esa doliente luz que es la vida.
Sí querido amigo,
la muerte a veces,
es demasiado pequeña
para contener sus cadáveres.

Vicente Prada Gómez

“Al caer la tarde en Madrid”. Miguel O Menassa


DEMASIADO PEQUEÑO PARA CONTERNER SUS CADÁVERES
Hay días en los que la lluvia lo atraviesa todo.
Días en los que la memoria amanece herida de verbos errantes.
Días en los que el encuentro con la muerte se disfraza con los versos que un amante dejó escritos bajo mi piel antes del amanecer.
Días en los que las lágrimas apenas contienen una sombra de penumbra vertical.
Días en los que el silencio lo puede todo,
Días en los que el camino es sólo una espiral temblorosa de infancia, la distancia se vuelve sangre abierta y el abismo es un límite de tiempo abierto escrito con las cenizas de los cadáveres sin tumba.
Y hay días en los que tropezar es toda compañía, las palabras se precipitan con la impaciencia de un amor de juventud, vivir se convierte en una ecuación sin fórmula precisa, y querer, es un no poder con nombre de soledad.

Soledad Caballero Castro

"Leyendo a García Lorca”. Miguel O Menassa

CONEJERAS HUMANAS

volver a empezar… y volver otra vez a la justicia abstracta
de traficantes de emociones
a los desiertos de carne en medio del nauseabundo hedor a ropas
y cuerpos impregnados de miseria
una vida entera de silencios en la distancia como ruidosos pasos…
o como roce de trozos de papel impulsados por la brisa…
e incluso como discretas conversaciones entre fantasmas
situados en lugares invisibles
volver a las galerías hipnóticas de olvidos y de fantasías
donde los guapos parecen fetos al amanecer
los cerdos tienen alas y el mundo al fin de cuentas es plano
y cuida de sus patitos feos con buen ojo…
donde el ego infinitivamente elástico y en constante evolución
convence que los números tienen forma invisible pero aprehensible
por la mente
donde solamente la luna impulsa a aullar a la locura
y que la multiplicación y división son tan sólo maneras distintas
de organizar las formas
procuro no pensarlo… y que nada me lo recuerde:
las conejeras humanas esperan por sí el pájaro veían de nuevo
entre paredes que quiebran la lucidez y agitan los espejos
en una sobredosis de verdad… y siguen preguntándose
si la inocencia se te podría inculcar cuando no pueden detenerte
ni retardarte ni pueden eludir el último toque…
ni son capaces de describir correctamente el beso de la luz
a un sordo anónimo que acaba ciego…
su tiempo no está atado a un pasado color de rosa
erosiona en una sonrisa de niño con dientes de lobo
o en lágrimas moqueantes de un adulto sin pañuelo…
o aguanta firme y desafiante a un esqueleto inocente
de un ratón con músculos inexistentes
que le dan más que nunca el aspecto de una araña
de miembros como palos nudosos…
su tiempo erosiona en las antiguas maneras de hablar
que tardan tanto en morir como la fe
que las había engendrado

Piotr Rzany

jueves, 10 de diciembre de 2009

HOJA DE VIDA Número 25 - Revista virtual de Poesía -

Tupacamarú. Miguel O. Menassa

Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA - Revista virtual de poesía -
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 25. Domingo 05-12-2009
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso


"Amor entre colores". Miguel O. Menassa
CADAVER EXQUISITO

Vacuos pensamientos persiguen el alma
Pasado olvidado y silencioso, pasando ….
En alas del crepúsculo
En esa voz desde el abismo más profundo
Palpita la Voz como rama nueva.
Irreverentes latidos sacuden mi corazón
Se entreabren los sueños en la tierra húmeda
Enredado en las enaguas del viento
Conjurando fantasmas en la tarde
Vuelo de gorriones sobre cebada nueva.

*Escrito entre los integrantes del Taller de Poesía Grupo Cero
en Alcalá de Henares
coordinado por Carlos Fernández

"Con el tiempo". Miguel O. Menassa

CADÁVER EXQUISITO

En el hueco de sus manos apacible mar
En ese aire de vida … túnel de cristal
Tintineo de sombras
Días abiertos de soledad y tristeza
No ames mi corazón, siente mis versos
Al despertar el día punzada en los ojos
Me prendo de tu mano en el aire
El ojo de la frente de la noche
Te esperaré en el jardín de calandrias
La muerte es una ausencia inalcanzable.

*Escrito entre los integrantes del Taller de Poesía Grupo Cero
en Alcalá de Henares
coordinado por Carlos Fernández

martes, 1 de diciembre de 2009

HOJA DE VIDA Número 24 - Revista virtual de Poesía -

Tupacamarú. Miguel O. Menassa
Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA - Revista virtual de poesía -
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 24. Domingo 29-11-2009
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso
La señorita de la librería. Miguel O. Menassa

OTRO CIELO NO ESPERES, NI OTRO INFIERNO

Otro cielo no esperes,
el vuelo de la alondra
anticipa nuestro abrazo
en el beso de las flores
y la conciencia pintando
un círculo sobre la arena
mojada de nuestra piel.

Ni otro infierno esperes
del fuego ardiendo
en la fragua de Vulcano
y su brazo rodeando
al rojo vivo
la palabra pronunciada.

El camino recorrido
roza desesperadamente
las noches amadas.
Vida resplandeciente y vestida
con nuestro deseo de amor.

Estremecidos, habitamos
todas las miradas inalcanzables
de este siglo
sin piedad.

MÓNICA LÓPEZ BORDÓN

Blanca extranjera mía. Miguel O. Menassa

OTRO CIELO NO ESPEREIS, NI OTRO INFIERNO

Con paso seguro y en voz baja
para atravesar la puerta burlona
que acaricia los sueños,
ella contaba la belleza de la oscuridad,
el secreto inmortal de los deseos,
la caída de los espíritus imprevistos,
la intensidad de los besos inventados.

Con paso lento y en voz baja
para que el mundo no incendiara la tristeza,
él buscaba la luz entre labios de lluvia,
besaba trémulo la palidez de su sexo,
vagaba por las noches imperfectas
donde la existencia palpitante
hormiguea por el centro de la calle.

Como amantes extraviados,
se deslizan lentamente
entre una tempestad de mordiscos,
a cada instante, nacen
a cada instante, mueren
y una voz lejana llama su atención:

más allá del tiempo y del espacio,
otro cielo no espereis, ni otro infierno.

VICENTE PRADA GÓMEZ

Gemidos del viento. Miguel O. Menassa

UNA TRISTEZA EN LA MIRADA

Se despierta la noche de Otoño,
entre las sábanas aún tibias donde los cuerpos,
vencidos de nostalgia,
con máscaras de garganta muda
quiebran lágrimas de paso desdibujado
con el viento garabateando amantes de sombra azul.

Se escucha el eco del abismo en el borde del silencio,
bailan unos labios al compás de brazos precipitados,
la sangre se abre a los secretos,
escribiendo en el horizonte con piel de memoria
versos desnudos de tiempo.

Una mirada tatúa el revés de las huellas.

Pasión desatada en los márgenes de la madrugada
de vientre blanco.

SOLEDAD CABALLERO CASTRO La que el ser ocultó. Miguel O. Menassa

OTRO CIELO NO ESPERES, NI OTRO INFIERNO

Volverán a sentarse aquí,
en el regazo de mi falda,
vomitando amargo perfume,
en las fisuras del recuerdo.

Si he de partir no quiero recuerdos vanos,
ni falsas penas de ayer.

Los que llegan a mí,
erguidos como juncos cimbreantes,
nada saben de guerras sin sentido.
O de aquel que huyo en la marina mercante,
y quedo perdido en los brazos
de una mujer de pechos marchitos.

Nadie sabe donde esta la calle victoriosa
que despierta el temblor
y hace respirar en todos pechos.
O dónde soñar el sueño furioso
que estremece la conciencia,
para después morir en las palabras despiertas.

CARMEN ORTIGOSA MARTÍN Y, ahí, comprendereis. Miguel O. Menassa

EL AZUL PERTENECE AL CIELO

se quedan mirando sin más… es lo triste de los árboles
mientras el azul parte las bocas abiertas en dos
y descubre que hay una canción para hacer crecer
en secreto un naranjo
y siempre alberga esperanza sentado sobre traseros
esqueléticos de los perros
y para oírse necesita palabras enormes
escritas con una serie de relámpagos en tu modo
de mirarme y en el de no mirarme todas las veces
que ha estado a punto de extender tu mano y se ha detenido…

el azul bosteza y gruñe intentando atrapar a dentelladas
los sueños donde el otro cielo y otro infierno
son las ciudades del alma
y una vez al gritarte el azul se adhiere a tus huesudas rodillas
y te prende una sonrisa de una mejilla y la oscuridad de la otra
en ese momento pegajoso en el que tu corazón
quiere salirse del pecho y
si insistes el azul pertenece al cielo
y en principio no puede robarse

¿y si te contara que el otro cielo y otro infierno
empiezan en el mar?


PIORT RZANY