domingo, 21 de junio de 2009

Hoja de Vida - NÚMERO 12 - Revista Virtual de Poesía.


"Tupacamarú". Miguel Oscar Menassa

Escuela de Poesía Grupo Cero
Director: Miguel Oscar Menassa
HOJA DE VIDA
-Revista virtual de poesía-
Taller de los domingos a las 17.00h.
Alcalá de Henares
NÚMERO 12. Domingo 21-06-2009
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso

"Amor a corazón abierto". Miguel Oscar Menassa

M I E D O

Tan vertical, tan inesperado,
tensa el alma y la carne,
cuerda de un violín que toca una melodía de vida.
Sucediéndose como el día a la noche,
como el estío al invierno,
siempre intentando escapar de una sombra, un sueño más.
Muerde el dolor entre sus brazos,
dichas inalcanzables,
dádivas caídas del más frondoso árbol,
isla huyendo de aquel mapa
que pasó junto a mi sombra,
vestido de mujer.
Camina la esperanza y tiemblo a su paso,
me arrastra,
me iré a vivir con ella las noches de otoño,
los verbos indecisos.
No, no quiero cerrar las puertas a la noche,
que la brisa del mar acaricie mi rostro,
sin temor a que tropiece.
Cuando vuelva, desatado, implacable,
clavaré mi mirada en su cándido pecho,
y con lenta voz le susurraré:
no necesito tiempo para saber quién eres,
despójate de esa máscara de carnaval
que aplasta la paciencia y el mundo
y dime:
¿sabes cómo te llamas?.


Vicente Prada Gómez

"Con el tiempo". Miguel Oscar Menassa

PONGO MI PIE DESNUDO EN EL UMBRAL

“Todo lo espero de las palabras. En su fiesta impalpable
Partiré a la conquista de las puertas”.
Aldo Pellegrini
“La vida es bella”.
Alfonsina Storni
Se abren las puertas y hay palabras
que todavía no he podido decir.
Me descubro decidiendo
los secretos deshabitados,
una imagen de ti
y la desnudez cómplice
de algunos labios engalanados en ocre.
En esta manera de vivir
escribo un tiempo nuevo
suspendido en las palabras,
un coro deslumbrante
de pasiones humanas
que avanzan y retroceden
cuando caminan por la espesura
que yace como un caracol,
lento, húmedo e implacable.
Pongo mi pie desnudo
en las vértebras del tiempo
tratando de encontrar el lugar,
reconquistar sus rutas
y ser el atlas que lleva
a todos los rincones,
profecías y oleajes barajados
para inventar de nuevo la mirada,
para soñar sueños olvidados.
Seguimos teniendo el mismo nombre
y ya no hay silencio al otro lado,
ni siquiera de la noche vestida
de aire y fuego.
De un momento a otro
se abren las puertas:
La vida es bella.

Mónica López Bordón


"El días después". Miguel Oscar Menassa


¿DE QUÉ LUGAR?

No se si ese lugar existe,
ni si el nacimiento engendro dueños.
Soñé con aquel lugar donde los juegos y alborotos
crearon mundos de palabras y silencios ajenos.
Una mujer bella ponía a la mesa una fuente de barro
con patatas secas y torreznos.
Mientras el chisporrotear de la leña
ahumaba la matanza en la chimenea del hogar.
Crecía la pamplina en el arroyo limpio,
mecida por él piar de los pájaros de invierno.
Los mízcalos juguetones se escondían
en el mullido tapiz del suelo,
jugaban conmigo al escondite
y nunca me alcanzaba para la tortilla deseada.
La paciencia sentada en la laja de la puerta,
miraba calle abajo como llegaba el camión
sacudiendo su viejo esqueleto de lata
escupiendo en los últimos estertores,
el humo denso que llenaba la plaza,
y entre sus mercaderías descargaba.
el pan de hogaza en sacos misteriosos con aroma de leña.
El estruendo del verano llenaba la casa
del dulce aroma del melocotón,
llegaban en banastas y ocupaba las piedras de la medio-casa,
había que apartar el arca para que de amarillo y rojo entrara dinero en la casa.
El cabrero invadía el toril con el rebaño,
ordeñaba su ganado para el sustento diario.
Una yunta de bueyes, en lento peregrinar hacia las majadas,
hundía sus patas en el pestilente estiércol,
hube de apartarme para no dejarme ir
atada a las coyundas del yugo.
Quería ser de aquel lugar:
del arroyo que pasaba y de las mujeres que lavaban la ropa,
de la era, de la trilla y del trigo.
Del sobrado con sus ruidos misteriosos,
del crujir de las tablas del suelo,
y del piar de la perdiz a la hora del sueño.
Del tajo donde apenas me cabía una nalga,
de un lugar donde el agua saciara la sed
y el pan mitigara el miedo.
De repente unas manos de fuego y una lengua vengadora,
me empujaron dentro de un viejo autobús,
me despidieron lágrimas lentas de siglos de ausencia.
Y poco a poco se desdibujo el camino:
los chopos que guardaban la carretera,
el cementerio que presidía Las Cabezuelas,
el pantano con su camino zigzagueante,
el pretil del puente romano…
Todo se quedo en aquel lugar.
Como si el tiempo detuviera su peregrinar.
Mientras la vida parió para mi otro horizonte, en otro lugar.

Carmen Ortigosa Martín

"La sal de la vida". Miguel Oscar Menassa

EL QUE AMA NO TRAICIONA


la cruz inerte reverdece
y se cubre de flores
......................... ¿había olfateado el miedo
..........................y retomado su rastro?
habla al aire
o a alguien que no está
.................... ¡es lo más terrible!
a alguien que ya no forma
parte de nada
me ha llamado traidor
..................................profundo
..................................interno
porque sigo muerto desde ya hace tiempo
y no quiero que me recuerde
.............................................cuanto un beso a veces
............................................ puede decir a solas


Piotr Rzany


"Para llegar". Miguel Oscar Menassa

ESTA VEZ LA LLUVIA, VINO A ESCUCHAR

Se abrió la puerta de los espejos tallados en el aroma de infinitas tardes de lluvia.
Las almas se agolpan tornándose rosa desliado de memoria, racimos bruñidos en prófuga calma, laberintos vagabundos de noche que sólo buscan la dócil compañía de ardientes lágrimas sin llanto.

Ha nacido un silencio que se abre en vientres de palabras rompiendo la hora.
Incalculables horizontes se despliegan sobre la mesa en la que germinan las ramas, que latiendo en azul desnudo se baten en el duelo del hambre nunca saciada.

Silencios rotos van pulsando la línea de los cuerpos que cómplices del secreto del ritmo de la tarde van sembrando un camino de carne apasionada, errante de amores y a la luz de los susurros que aún prisioneros de las entrañas de la tierra ven alejarse los míticos abrazos tocando a despedida.

Soledad Caballero Castro

No hay comentarios:

Publicar un comentario